Ven a comprar tus regalos navideños de última hora y conoce al director creativo/fundador de Mordekai, Ken Borochov.

Acerca de Mordekai  
Mordekai es una marca de joyería especializada en glamour llamativo. Fundada en 2010 por Ken Borochov en Nueva York, ahora con sede en Miami Beach, Florida, la marca está influenciada por la pompa y la extravagancia del viejo Hollywood y Las Vegas e inspirada en artistas pop icónicos como Liberace, Andy Warhol, Elvis Presley y Michael Jackson. Mordekai se compone de dos colecciones hechas a mano en Estados Unidos. La colección de alta joyería está hecha principalmente de latón chapado en oro de 24 quilates. Entre sus clientes figuran Bad Bunny, Beyoncé, Madonna, Nicki Minaj, Cher y Rihanna.

Acerca de Ken Borochov  

Ken Borochov es el hombre que corona y adorna los actos pop más célebres de la actualidad. A Borochov se le atribuyen muchos de los looks icónicos de Mother Monster, y ha diseñado muchos de los accesorios característicos de Lady Gaga, desde su infame claw (garra) hasta su silla de ruedas de oro de 24 quilates personalizada. Mordekai está detrás de los distintos tocados que usó Madonna en el álbum y la gira Rebel Heart. También se le atribuye el equipamiento de Nicki Minaj con joyas para The Pink Friday Tour, entre otras actuaciones. Entre sus devotos: Cher, Britney Spears, Shakira, Fergie, Rihanna, Lorde, Grimes, Demi Lovato, P!NK y muchas más han llevado y comprado sus creaciones, muchas de ellas hechas a medida.  

Los ingeniosos tocados y joyas de Borochov han aparecido en las principales publicaciones de moda nacionales e internacionales, como Vogue, W, V, Harper’s Bazaar e Interview (portada). 

Nacido en Jerusalén (Israel), Borochov creció en Los Ángeles. Es graduado por el Fashion Institute of Technology de Nueva York y por la prestigiosa escuela francesa de alta costura École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. Borochov ha trabajado importantes casas de moda, desde Celine, Lanvin y Christian Dior, hasta Chloé. Borochov fundó su marca casi homónima (lleva el nombre de su padre) en 2010, tras buscar infructuosamente piezas capaces de generar el asombro que él anhelaba ver sobre el escenario. Empezó a producir sus propios diseños y lo que empezó de forma orgánica pronto se convirtió en un proyecto de pasión que se hacía notar cerca y lejos.