Speechless (Sin palabras), una nueva obra del dúo artístico radicado en Rotterdam, Bik Van der Pol (conformado por Liesbeth Bik y Jos Van der Pol), es una exploración multifacética de cómo hablamos sobre el estado precario del mundo natural.
La obra consiste en un aviario hecho a medida, en el cual habitan cuatro loros adiestrados para imitar frases del poema seminal “The Wasteland” (La tierra baldía) de T.S. Eliot (1922), comparando de esa manera el paisaje devastado por la guerra con la devastación ecológica de hoy en día. Desparramadas dentro del aviario hay letras escultóricas que forman las palabras “calentamiento global”, “cambio climático” y “sostenibilidad”. Parte gesto poético y parte expresión radical, Speechless aborda el poder del lenguaje en contextos políticos y nuestra capacidad para comprender y debatir la degradación ambiental. La obra se inspira, en parte, en el reciente debate en el gobierno estatal de Florida sobre el uso de términos controvertidos como “cambio climático” y “calentamiento global”. Speechless se vale de la sorprendente habilidad de los loros para imitar el habla humana como una forma de explorar la noción aristotélica de que somos animales políticos, constantemente implicados en intentos de influir y gobernar unos a otros. Históricamente, la capacidad humana para el lenguaje verbal se ha utilizado como un punto de separación entre los animales y nosotros mismos. Esta separación, a su vez, ha contribuido a acelerar nuestra explotación del mundo natural. Al incorporar animales que literalmente nos responden con palabras, los artistas imaginan una situación en la que el lenguaje sirve para unir a los seres humanos y los animales en lugar de dividirlos, con la esperanza de que esta reunificación nos ayude a abordar las urgentes crisis ecológicas a las que nos enfrentamos hoy en día.
Los loros en esta exposición – Cleo, David, Zach y Jany – están en préstamo al museo por parte de una persona privada. Fueron criados en cautiverio y aparecen regularmente en diversas capacidades públicas, como películas, comerciales y eventos públicos. Durante su estancia en el museo, su cuidado estará a cargo de uno de los principales veterinarios de aves del país. Después de la exposición, serán devueltos a su hogar en Miami, donde seguirán viviendo juntos.
