A finales de la década de 1950, las “pinturas negras” austeras de Frank Stella, en las cuales las finas líneas blancas pintadas sobre un fondo negro repetían la forma del lienzo, le valieron el reconocimiento popular. Ya en los años sesenta se le reconocía como uno de los exponentes principales del minimalismo, el cual hacía hincapié en la obra artística como un objeto físico independiente de cualquier alusión al mundo exterior. Como dijera brillantemente el artista: “What you see, is what you see.” (“Lo que ve, es lo que ve.”)
En la década de 1970, Stella comenzó a producir series de obras cada vez más complejas en términos de espacio y forma, las cuales con el tiempo se desarrollaron en lo que él llamó pinturas “maximalistas”. La serie Polish Village (Villa polaca) fue su primer paso en esta progresión. Las obras incluidas en esta presentan planos de color que se apoyan y superponen para crear una composición cuya forma exterior se ajusta a la forma de sus componentes internos. La interacción de los colores y las texturas superficiales, más la sugerencia ocasional de los planos superpuestos, crean la impresión de un espacio llano, como en relieve. Stella describió los planos de la obra como suspendidos sobre “ejes imaginarios, flotando frente a mi cara”.
Las figuras geométricas del constructivismo ruso de principios del siglo XX y la carpintería de las sinagogas de madera de la Europa del Este sirvieron de fuente de inspiración para la serie. Los títulos de las obras individuales se derivan del nombre de los pueblos polacos en donde las sinagogas de madera fueron destruidas durante la ocupación nazi. A pesar de esta carga emocional, Stella siempre insistió en que sus pinturas simplemente eran composiciones; no comentarios.
Identificación
Título
Chodorow II (Chodorów I)
Fecha de producción
1971
Número de objeto
1997.23
Credit Line
Colección del Pérez Art Museum Miami, donación de Mimi y Bud Floback