Las energías u orishas, para los creyentes de la Santería afrocubana, pueden ser comparados con los santos en el Catolicismo. Son fuerzas que se manifiestan en la sociedad y en la naturaleza. Los mitos santeros —patakíes— explican su carácter así como los asocian con ciertos materiales naturales que los representan en las ceremonias religiosas y en la vida cotidiana. El trabajo de Mendive conecta poéticamente al espectador con sus deidades. Esta conexión no es sólo a través de los temas representados, sino también a través del simbolismo y la yuxtaposición de los materiales utilizados.  Energías I y II son esculturas de cuerpos sin brazos que, aún cuando sentados, se levantan esbeltos, como totems que miran por encima de las cabezas de los espectadores en la sala. Semejando puntas de flechas, sus cabezas contienen una pieza delgada y triangular de madera en el centro y planchas finas de hierro en sus lados. Los bordes del metal se unen donde debieran estar la nariz y la boca y se separan por la parte de atrás. Este efecto es reminiscente de las caras descompuestas de las esculturas cubistas. Los torsos de madera son poco profundos si bien anchos; parecen tablones sacados del corte transversal a un árbol. Animales y figuras sentadas han sido pintados y tallados unos encima de los otros.