Autorretrato es una pintura creada por Amelia Peláez en 1935. Está hecha con grafito en papel sobre tabla. Mide veintidós pulgadas de alto por veintisiete pulgadas de ancho y cuelga en orientación horizontal, lo que significa que el lado más largo está en paralelo con el piso. Se trata de un autorretrato abstracto de la artista. Además, es una pintura monocromática, lo que significa que se ha creado con un solo color y diversos tonos del mismo. Puesto que el material utilizado es grafito, sus tonos entre gris y negro, contrastan con el marrón claro del lienzo. La figura central no tiene rostro, pero tiene el pelo rizo y lleva un sombrero puntiagudo. Su cuerpo es bulboso y viste una camisa de manga corta con cuello bajo. Tiene el brazo derecho extendido hacia el espectador con la mano sobre la mesa redonda que tiene en frente. Distribuidas por toda la mesa, hay representaciones abstractas de lo que parecen ser frutas. El lado izquierdo de la composición lo domina una enorme forma abstracta compuesta por líneas que parecen arremolinarse en una forma cilíndrica, casi como si fuera una cortina movida por el viento. Detrás de la figura, las paredes del espacio están en su mayoría vacías. Hay una especie de nube pequeña detrás de la figura y, a su derecha, una serie de formas verticales semejantes a una planta dentro de una base circular. En el lado derecho inferior de la pintura, se vislumbra el piso del espacio, el cual tiene un diseño de tablero de damas. La pintura completa está hecha con matices de gris, blanco y negro.