La table blanche (La mesa blanca) es una pintura de Wifredo Lam creada con gouache sobre papel en el año 1939. Mide aproximadamente treinta y nueve pulgadas por veintisiete pulgadas y media y cuelga en orientación vertical, lo que significa que su lado más corto está en paralelo con el piso. Esta pintura es un ejemplo de naturaleza muerta, que es un género del arte que utiliza objetos simples para simbolizar un momento transitorio o un significado más profundo. La table blanche es una composición sencilla, pintada de forma plana y con pinceladas casuales. Presenta una perspectiva un tanto aérea de una mesa blanca y cuadrada con una superficie verde azulado. Los bordes de la mesa están un poco torcidos, con la esquina derecha inclinada hacia abajo, y únicamente las dos patas delanteras son visibles. En la parte frontal, un rectángulo delineado en negro con un círculo negro al centro, simulan un cajón y un pomo. En la esquina inferior izquierda de la superficie de la mesa, hay un platillo azul con lo que parecen ser tres frutas. Dos de estas son ovaladas con el extremo puntiagudo —una es marrón claro y la otra, marrón más oscuro—, por lo que parecen dos peras Bosc. Detrás de éstas hay una fruta redonda más grande de un tenue amarillo verdoso, muy parecida a un pequeño melón. A su derecha, un cuchillo para untar, con el mango negro, sobresale de manera precaria del borde de la mesa. La mesa se encuentra frente a una fría pared azul ultramarino y una moldura en azul más claro que se extiende horizontalmente por el tercio inferior de la pintura y repite el color del platillo. Debajo, el piso es de un gris verdoso con franjas perpendiculares pintadas vagamente para indicar azulejos y lechada. La perspectiva de estas líneas no indica ninguna tridimensionalidad, lo que realza aún más la sencillez casual de la pintura.