Una sola línea dibujada es una obra de 2014 de la artista cubana Juana Valdés. La obra consiste en una impresión digital sobre papel Epson, y mide aproximadamente cuarenta y una pulgadas de alto por veintinueve de ancho. Se presenta en orientación vertical, lo que significa que su lado más corto corre paralelo al suelo.La obra muestra una composición de naturaleza muerta que reproduce un montaje de la exposición de la artista Una visión inherente del mundo. La escena se desarrolla sobre un fondo blanco que se extiende sobre la superficie blanca de una mesa.El objeto central es una escultura de madera negra que recuerda la figura tradicional africana de una persona, con forma alargada y postura erguida. A la izquierda hay un plato de loza o porcelana blanca con bordes festoneados y ondulados. A la derecha, sobre la mesa, un cuenco blanco con un estampado floral. Debido a la alta exposición de la fotografía, estos cuencos y platos blancos con estampado floral casi se funden con el fondo blanco.La iluminación es suave y uniforme, al crear sombras suaves en toda la composición. Todos los objetos descansan sobre la superficie blanca de la mesa, con una gama tonal que va del negro intenso de la escultura de madera a varios blancos, puntuados por el sutil estampado floral del cuenco.