Tropicalypse (Tropicalipsis), de Gonzalo Fuenmayor, es una obra realizada en carbón vegetal dividida en cuatro paneles de igual tamaño. Mide 7 pies de alto por 15 pies de ancho y está presentada en orientación horizontal, es decir, con su lado más largo paralelo al suelo. Los paneles conforman una única imagen continua en tonos negros, grises y blancos. La composición muestra un cielo gris oscuro atravesado por contrastes en blanco y negro. Siluetas de palmeras emergen en negro, mientras que nubes, llamas o destellos de luz parecen surgir en blanco. La escala de la obra acentúa la disposición de los árboles: algunos se elevan hasta la parte superior de la composición, mientras que otros apenas se insinúan en el borde inferior. De izquierda a derecha del espectador, las palmeras sugieren un polígono de frecuencias que comienza en lo alto del primer panel, desciende formando una pendiente en el segundo, alcanza su punto más bajo en el tercero y asciende ligeramente en el último. Al observar con detalle, las palmeras parecen consumirse en llamas. Solo un árbol, en el tercer panel de izquierda a derecha, aparece completamente negro; los demás, más altos, se encuentran envueltos en fuego o ardiendo en sus troncos. En el segundo panel, un árbol presenta un remolino de fuego en forma de S que abraza su tronco. Detrás de este paisaje nocturno y desolado se percibe un sutil movimiento ondulante en tonos gris más claros, sugiriendo el océano en la parte inferior del fondo. El cielo, igualmente gris, se adorna con vagos contornos humeantes de palmeras a la distancia, y lo que podría confundirse con estrellas son, en realidad, brasas flotando en el viento.