Robin Rhode es reconocido por sus cuadrículas de fotos secuenciales y sus animaciones de video. Argumentando que la calle es un lugar para la producción artística, Rhode ha desarrollado un proceso singular que fusiona el espacio bidimensional y el tridimensional. Dibuja bocetos rudimentarios de objetos cotidianos, en un tamaño real, sobre fachadas residenciales o por las calles de la ciudad, con los que las figuras interactúan entonces como si fueran objetos físicos reales. Estos performances se fotografían y las imágenes se organizan en secuencias de guiones gráficos narrativos, animaciones, y ocasionalmente se filman. En el caso de Requiem for a Pavilion of Silence, Rhode presenta una narrativa muy personal. La pieza fue fotografiada en Johannesburg, aunque las referencias visuales indican una marcada presencia alemana. El “otro yo” de Rhode lleva un viejo uniforme de oficial de la Alemania del Este, mientras dibuja múltiples imágenes de la silla Berlín diseñada por Gerrit Rietveld para formar “un pabellón” imaginario. El “pabellón de silencio” hace referencia tanto a la opresión totalitaria sufrida en la Alemania Oriental como a la ausencia, en la época en que se realizó la obra, de pabellones africanos en la prestigiosa Bienal de Venecia. Es una especie de autorretrato sutil, con Sudáfrica asomándose a través de una fachada alemana.