Luanda-Kinshasa es una película creado por Stan Douglas en 2014. Presenta a un grupo de músicos, en su mayoría negros, tocando en una grabación ficticia en la década de 1970 en el estudio de la CBS en la calle 30 de la Ciudad de Nueva York (al que todos llamaban “La Iglesia”). El grupo musical está constituido por un elenco multicultural vestido de manera excéntrica. Tiene la intención de representar en una película de época producto de la imaginación del artista cómo se hubieran visto estos músicos en una sesión de improvisación musical (o jam session) en el Nueva York de los años setenta. La pieza dura unas seis horas, y se ha editado fuera de orden y en repetición. La cámara no solo se va moviendo de un músico a otro, sino que también se acerca y se aleja de cada escena vinculándolas en una narrativa coherente. Entre las figuras principales de este “documento construido”, hay un hombre de origen asiático vistiendo una túnica de manga larga que toca sentado en el suelo con las piernas cruzadas detrás de dos bongos. Un hombre blanco con lentes y una bandana gris rasguea una guitarra eléctrica roja. Una mujer negra de tez clara con un enorme afro toca la batería. Lleva puesta una colorida camisa larga de jipi con el clásico estampado de flores de cachemira (paisley), adornada con un cuello de marinero. También hay un corpulento hombre negro de tez oscura vestido con una camisa africana de manga corta y pantalones largos blancos y holgados. Está sentado y lleva un gorro tejido sobre el pelo corto mientras toca un clarinete. Un hombre negro de tez clara con una camisa anaranjada de manga larga, cuello de mariposa y algunos de los botones superiores desabotonados toca el teclado. Un hombre de tez oscura con un enorme gorro tejido en un tono oscuro cubriéndole lo que parece ser una densa mata de pelo, una chaqueta roja sobre una polo blanquecina y pantalones color gris toca sentado una guitarra marrón. Otro hombre alto de tez oscura viste un dashiki de cuerpo entero con un estampado de teñido anudado (tie-dyed) con colores neutros. Lleva un enorme dije cuadrado en plata colgado de lo que parece ser un collar de cuero. Está sentado detrás de tres gigantescos tambores azules con sendos micrófonos apuntando hacia estos. Un hombre blanco un tanto calvo lleva puesta una chaqueta de cuero color verde guisante con una camiseta blanca debajo. Parece estar mezclando y ajustando el sonido. Puede que también esté tocando una especie de teclado sintetizador. Todos los músicos tienen puestos audífonos, lo que define quiénes están tocando y quiénes están de visita en el estudio. Además de los músicos, algunos desconocidos observan la sesión. Dos mujeres observan sentadas en un enorme sofá negro. La mujer a la izquierda es blanca y lleva un enorme sombrero marrón. Tiene la pierna derecha cruzada sobre la izquierda y el brazo izquierdo recostado sobre el espaldar del sofá, con la mano colgando hacia el frente. Viste pantalones holgados color melocotón oscuro y una túnica blanca de manga larga. La mujer a la derecha es de tez negra, ni muy clara ni muy oscura, y está recostada del brazo del sofá que le queda a la izquierda. Viste una prenda de una sola pieza en verde oscuro con un chal blanco que la cubre por detrás y por encima de los brazos. Tiene el brazo izquierdo doblado y descansa la cabeza contra el puño cerrado. Tiene las piernas cruzadas a la altura de los tobillos, la derecha sobre la izquierda, también. Aparte de ellas, hay unos cuantos hombres engabanados conversando de pie. La escena completa está revestida de sonidos que se solapan y se interrumpen, en lo que al parecer es un bucle infinito de música funk. La música en realidad es improvisada y cada músico es responsable de ajustarse según sea necesario para que la sesión dure para largo.