Oriki Peule es una obra escultórica mural de Nádia Taquary, realizada en 2020. La obra está hecha con madera de ipê centenario, cuentas de lagidibás nigerianas, cuentas de vidrio y cobre. La madera de ipê centenario se refiere a la madera dura de ipê de árboles antiguos y maduros, a menudo con más de 100 años, de ahí el término centenario. El ipê (pronunciado ee-pay) es una de las maderas más rígidas y duraderas del mundo, originaria de América Central y del Sur, en particular de Brasil. Por su densidad y su aspecto oscuro y elegante, en el comercio maderero se la suele llamar “nogal de Brasil”. Las cuentas de Lagidibás son abalorios tradicionales y culturalmente significativos de Nigeria, especialmente asociado al pueblo yorùbá. Suelen utilizarse en atuendos reales, ceremoniales y religiosos. La pieza mide 18 x 10 x 6 pulgadas y está colgada en la pared a la altura de los ojos, con su parte más larga desde la pared hasta el espectador. La base de la escultura es de madera de ipê centenaria y tiene la forma de la parte superior de una cabeza humana. En la “cabeza” hay 9 alambres de cobre cubiertos de cuentas negras, que pretenden parecerse al pelo trenzado. De la base de madera salen 6 alambres de cobre sin cuentas, tres a la derecha y tres a la izquierda. Cada “trenza” sale de la base de madera hacia el suelo, y todas las trenzas se unen en un punto, con los extremos de cada una hacia el espectador. Cada “trenza” tiene detalles de cobre en los extremos.