La práctica de Leonor Antunes se basa en la investigación del diseño y la arquitectura modernista internacional de las décadas de 1950 y 1960, así como de diversas tradiciones artesanales, con particular atención a las mujeres menos reconocidas en estos campos. La cuadrícula ha desempeñado un papel importante en muchos de sus proyectos: su interés por esta estructura se deriva no solo de su función en la práctica arquitectónica, sino también de su prevalencia en el trabajo de varios artistas y diseñadores innovadores y modernistas. En la obra Anni #5, la artista rinde homenaje a la diseñadora modernista Anni Albers (1899–1994). Tanto ella como su esposo, Joseph Albers (1888–1976), formaron parte de la reconocida escuela alemana Bauhaus de las décadas de 1920 y 1930, la cual hacía hincapié en un enfoque interdisciplinario para el estudio del arte, la arquitectura y el diseño. Anni Albers creó textiles tejidos utilizando diseños geométricos, muchos de estos influenciados por los textiles autóctonos de México y Perú. Con su proyecto, Antunes hace referencia a dos de los diseños de cuadrícula abierta de Albers, utilizando un delgado cableado de latón para producir dos formas semejantes a redes doradas que cuelgan y flotan fuera de la pared sobre dos barras de latón.